Además, señaló que el organismo está elaborando proyectos que disminuyan la brecha de género en la propiedad industrial.
Desde 1991 estaba en vigencia en Chile la Ley de Propiedad Industrial, algo que se había convertido en un problema para el ecosistema de innovación local, sobre todo pensando en lo rápido que avanza el mundo respecto de nuevas tecnologías.
Por esto, la aprobación de la Ley 21.355 del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, y su entrada en vigor el pasado 9 de mayo generó mucho entusiasmo en los actores relevantes de este rubro.Y es que ahora, esta nueva legislación permite a los usuarios del sistema tener mayores herramientas al momento de solicitar derechos de protección.
En Actualidad Jurídica quisimos hablar con Loreto Bresky, Directora Nacional de INAPI, Instituto Nacional de Propiedad Industrial, organismo que debe poner en práctica la nueva ley y que nos enumera todos los beneficios que entregará la nueva normativa.
¿En qué ubicación nos deja esta nueva ley 21.335 que modifica las normas de propiedad industrial en Chile?
La Ley 21.355 es una de las transformaciones más importantes de los últimos 30 años para el sistema de propiedad industrial chileno. Desde INAPI vemos con satisfacción los numerosos esfuerzos realizados que se traducen en cambios que van en directo beneficio de nuestros usuarios y usuarias. Con esta nueva normativa, se abre un abanico de posibilidades para que las personas protejan y agreguen valor a sus activos.
¿Cuáles son los cambios que más valora usted como experta en el tema, y en cuáles cree que queda al debe?
Parte de los cambios más significativos que incorpora la nueva normativa, es que por primera vez en Chile se introducen las marcas no tradicionales. Esto abre un abanico de posibilidades para el ecosistema local, ya que ahora las marcas pueden ser reconocidas no sólo a través de palabras y símbolos, sino que también pueden ser identificadas mediante diversos formatos, tales como signos distintivos tridimensionales, holográficos, de posición, multimedia e incluso de movimiento.
En tanto, la incorporación del requisito de uso para mantener la vigencia de los registros marcarios es otra de las modificaciones relevantes que considera la Ley 21.355. Con esto se busca que los derechos exclusivos y excluyentes de las marcas tengan sentido. Es decir, que la marca efectivamente se use en el mercado nacional para identificar productos o servicios.
Por el lado de los innovadores, la reciente normativa introduce las denominadas “patentes provisionales”, medida que va en directo beneficio para los inventores e inventoras, las universidades, los centros de investigación y las empresas, ya que permite que puedan contar con 12 meses para reunir toda la información necesaria antes de presentar su solicitud, sin perder prioridad, tal como ocurre en economías desarrolladas como EE.UU. y Australia.
Otra importante medida que se agrega a la ley es la acción de usurpación de patentes, que le otorga al inventor la posibilidad de realizar una demanda por indemnización de perjuicios frente a terceros que intenten apropiarse de su innovación. Esto a diferencia de la legislación anterior, que en el caso de usurpación, el legítimo titular contaba con la única opción de solicitar la declaración de nulidad de registro.
¿En qué sentido estas modificaciones podrían cambiar el panorama para el desarrollo de más innovación y conocimiento en nuestro país? ¿Cree que se genera un escenario que podría llevar a Chile a un lugar más relevante en esta materia?
La nueva ley busca establecer procedimientos de registro más eficientes y expeditos, que no sólo facilitan y clarifican los procesos de tramitación que los usuarios y usuarias deben realizar para su obtención, sino que también permiten a INAPI realizar una gestión de mejor calidad.
Las modificaciones que introduce la ley ofrecen además mayores oportunidades a los innovadores, para que hagan un uso estratégico del derecho de protección. Esto con el objetivo de que se proyecten en el mercado y puedan vislumbrar el impacto de sus tecnologías disruptivas en la sociedad.
¿Qué rol ha jugado INAPI en un mayor desarrollo de la propiedad intelectual?
Desde INAPI, nos hemos propuesto incentivar el uso de las herramientas que ofrece la propiedad industrial, para potenciar la investigación y desarrollo que nace desde nuestro ecosistema local. En forma permanente, desarrollamos una labor de transferencia del conocimiento con universidades, emprendedores y centros de investigación, para facilitar la protección y uso estratégico de marcas y patentes.
Uno de los programas que hemos impulsado es NAPI Running, que tiene como misión apoyar a innovadores nacionales en el desarrollo y escalamiento de tecnologías. Iniciativa que ahora se ha visto potenciada tras un reciente acuerdo de colaboración con la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo de Chile (ANID).
Esta instancia fue concebida para estimular la innovación y la transferencia tecnológica a nivel nacional, con el fin de detectar proyectos de alto valor, que pudiesen ser impulsados a través de estrategias de propiedad intelectual, según sus respectivos modelos de negocio.
Otra iniciativa que hemos impulsado es el concurso INAPI más origen, que tiene como objetivo promover los productos nacionales que forman parte del programa Sello de Origen. Este trabajo se realiza a través del apoyo a productores y artesanos, mediante la entrega de conocimientos y herramientas del sistema de propiedad industrial, para facilitar la llegada de estos productos de gran valor al mercado.
Nuestras iniciativas estratégicas buscan acercar la propiedad industrial a todas y todos y redefinir nuestra oferta de servicios, con el claro objetivo de contribuir a la reactivación económica del país. En este proceso, ha resultado vital nuestra plataforma de servicios 100% en línea, que nos permite descentralizar el acceso al sistema de propiedad industrial.
¿Qué rumbo debieran tomar las políticas públicas para complementar los avances que ha dejado esta nueva legislación?
Uno de los temas principales que ha marcado la agenda de INAPI, es la promoción de la equidad de género. Respecto a este punto, hemos logrado diagnosticar objetivamente las brechas en materia de participación de mujeres en el uso del sistema de la propiedad industrial, lo que nos ha impulsado a desarrollar un paquete de proyectos con diversas agencias, a fin de generar una colaboración multidisciplinaria, que contemple la participación tanto del sector público como el privado, para implementar políticas públicas robustas sobre género y propiedad industrial.