Este año la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción, con su Carrera de Derecho, celebra 160 años de historia: sus orígenes se remontan a la creación del Curso Fiscal de Leyes de Concepción en el año 1865.
Desde entonces la Carrera de Derecho se ha comprometido con una sólida formación de abogados y abogadas que han contribuido al quehacer nacional y regional, tanto desde la esfera pública como privada.
El derecho ambiental es la disciplina jurídica constituída por normas y principios que regulan las actividades del ser humano con su entorno. En nuestro contexto nacional, se trata de un derecho “joven”, que nace fundamentalmente con la Ley N°19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente en el año 1994, que aportó principios, cimentó los fundamentos de distintos instrumentos de gestión ambiental, el régimen de responsabilidad por daño ambiental y su institucionalidad (en ese entonces la Comisión Nacional del Medio Ambiente, antecesora del actual Ministerio del Medio Ambiente). Esta ley es uno de los primeros hitos del derecho ambiental nacional, junto con la consagración del derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación en la Constitución Política del año 80.
En Chile, en los últimos años, el derecho ambiental ha estado marcado por nuevos hitos normativos como la dictación de leyes especiales: Ley de Responsabilidad Extendida del Productor; Ley Marco de Cambio Climático, Ley sobre Biodiversidad, Ley sobre Humedales Urbanos o la Ley de delitos ambientales, así como de leyes o cuerpos legales que se han “ambientalizado” como el Código de Aguas, la Ley de contratación pública y la Ley de Urbanismo y Construcciones, etc.
Los inicios de la enseñanza del derecho ambiental en la Carrera de Derecho de nuestra Facultad, se remontan, por un lado, a la cátedra electiva impartida por el Departamento de Derecho Público. Posteriormente, desde el año 2015 la malla curricular contempla el Derecho Ambiental como una asignatura semestral obligatoria del Departamento de Derecho Económico, impartida por los docentes de esta columna, transformándose así en una de las primeras Universidades del país en enseñar derecho ambiental a todos los estudiantes que pasen por sus aulas de la Carrera de Derecho. Estos estudios pueden hoy complementarse con otras asignaturas obligatorias (como Derecho Urbano) y electivos (aguas y cambio climático). Este cambio, responde a las nuevas necesidades del Chile actual, las que surgen con el contexto de cambio climático así como la consolidación del concepto de desarrollo sostenible, es decir, en la preocupación por asegurar un medio ambiente tanto para las generaciones presentes como futuras.
A partir de esta evolución legislativa, la labor de la abogacía ha ido modificándose notablemente, dado que la tramitación de proyectos de inversión exige hoy dominar el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) y otros instrumentos de gestión ambiental, incluida la evaluación ambiental estratégica al estar vinculada con el ordenamiento del territorio; la ley que creó la Superintendencia del Medio Ambiente introdujo un régimen sancionatorio especializado y con incentivos al cumplimiento de la normativa que deben ser comprendidos por los nuevos abogados y abogadas para un adecuado ejercicio profesional en el ámbito ambiental; los Tribunales Ambientales forman parte de una judicatura interdisciplinaria no sólo al estar integrados por ministros especialistas de otras profesiones, sino que también al vincularse estrechamente el derecho con áreas del conocimiento.
Todos estos cambios en la legislación nacional fueron acompañados desde la Facultad de Derecho de nuestra Universidad no solo con una asignatura obligatoria, sino también con la creación, en el año 2020, del Centro Derecho Ambiente y Cambio Climático que reúne el trabajo de profesores de nuestra casa de estudios de distintas disciplinas y el trabajo de muchos y valiosos ayudantes, especialmente en la labor de seguimientos de proyectos de ley y de jurisprudencia. Además, se imparten Cursos de actualización para abogados y egresados, como el que se impartirá pronto, el “Curso de Actualización en Derecho Ambiental: Nuevas reglas en el SEIA”, que abordará la reformas al SEIA, en su reglamento, otras leyes y la jurisprudencia relevante de los tribunales ambientales; todo en un diálogo constante con docentes de ciencias ambientales, ingeniería o geografía para integrar criterios técnicos en los argumentos legales.
Así la Facultad ha desarrollado una mirada jurídica desde las regiones, lo que ha permitido nutrir el estudio del derecho ambiental con la experiencia directa de conflictos socioambientales que afectan al sur de Chile: la ausencia de un ordenamiento territorial, la afectación de humedales urbanos, los impactos en comunidades rurales o los desafíos energéticos en un contexto del cambio climático. Esta perspectiva ha favorecido un enfoque pedagógico más conectado con la realidad, donde los cursos no solo enseñan normas, sino que también analizan casos reales que se viven en territorios como el Biobío, Ñuble o La Araucanía. De esta forma la formación en derecho ambiental desde regiones permite comprender las tensiones entre desarrollo económico, derechos ambientales y participación ciudadana, aportando a una práctica jurídica sensible a los contextos locales y coherente con los principios de justicia ambiental.
Creemos haber asumido un nuevo desafío en la formación profesional de quienes ingresan a las aulas de la Carrera de Derecho: contribuir tanto al “saber” (el conocimiento teórico), como al “saber ser” y el “saber convivir”, es decir, ser un espacio de la Universidad de Concepción donde no sólo se transmite y genere conocimiento, sino donde se formen ciudadanos responsables de su actuar y conscientes con el medio ambiente para afrontar la crisis de contaminación, de pérdida de biodiversidad y los eventos extremos propios de la crisis climática (como sequía, olas de calor, mega incendios, inundaciones, temperaturas extremas, entre otros), con la claridad de que los más afectados son y serán las personas más vulnerables (niños, mujeres y pueblos indígenas) y respecto a las cuales aún no está garantizado los derechos a vivir en un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado y a un clima seguro. Estos saberes son los en que las universidades deben formar a sus estudiantes, y respecto a los cuales desde la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción continuaremos fortaleciendo para que inspiren y guíen la teoría y praxis de todos los abogados y abogadas que egresen de sus aulas.