La demandante debido a las lesiones físicas se ha devenido consecuencias psicológicas al verse afectado el desarrollo normal de su vida cotidiana.
El pasado 27 de septiembre la Corte de Apelaciones de Valdivia en causa rol N° 614-2022 confirmó la sentencia apelada de fecha 30 de abril de 2022 dictada por el Juzgado de Letras y Garantía de Paillaco, la que dio a lugar la demanda de indemnización de perjuicios por responsabilidad extracontractual, condenando al demandado a pagar a la demandante por concepto de indemnización por daño moral, la suma de $10.000.000.
La acción fue interpuesta por una madre e hija y se fundó en el hecho que el demandado conducía una camioneta y no respeto el paso preferente de la demandante (la hija), ya que, había un paso peatonal demarcado, y atropelló a la demandante, impactándola con la parte frontal de la camioneta. En la demanda explicó que el demandado fue formalizado, y en la causa se acreditó que el demandado no iba atento a las condiciones de tránsito del momento y, a la vez, no respetó el derecho preferente de paso. Añadió que, debido al atropello, la demandante sufrió un TEC cerrado moderado, contusión hemorrágica frontotemporal izquierda y fractura parieto occipital y peñasco derecho, y su recuperación requirió de al menos 45 días, con igual tiempo de incapacidad.
El juzgado de letras solo dio lugar a la demanda deducida por la hija, condenando al demandado a la suma ya mencionada anteriormente. El tribunal destaco que el daño moral “es el dolor, pesar, o molestia que sufre una persona en su sensibilidad física, en sus sentimientos o afectos o en su calidad de vida y cuya indemnización se identifica en general con la expresión latina pretium doloris o precio del dolor”. En el caso en concreto y de acuerdo con la prueba incorporada, se puede observar que producto de las lesiones físicas sufridas por la victima directa consistentes en deterioro cognitivo, alteración de velocidad de procesamiento y fatiga mental al mantener atención y concentración por periodo prolongado, anosmia o pérdida de sentido de olfato se han devenido consecuencias psicológicas al verse afectado el desarrollo normal de su vida cotidiana, concluyéndose que en la demandante se encuentra interferida desde un proceso de formación reactiva desde estrés post traumático a crisis de angustia y pérdida de autonomía, que impactó negativamente en su desempeño académico.