El abogado y socio de Silva Abogados, Andrés Grunewaldt, considera que Chile cuenta con una legislación actualizada en materia de propiedad intelectual. Por esta razón, más que modificar esta ley, cree que el desafío está en encontrar una regulación adecuada para la Inteligencia Artificial en un corto plazo.
En ese sentido, el experto plantea que el país debería tomar ejemplos internacionales para regular de manera adecuada y eficaz la Inteligencia Artificial y su evolución.
¿Cómo podemos definir lo que es la propiedad intelectual y cómo se relaciona con la evolución de la Inteligencia Artificial?
Bueno, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) la define como un derecho que protege las creaciones del intelecto humano; como las invenciones, las obras literarias y artísticas, los símbolos, y los nombres e imágenes utilizados en el comercio
La inteligencia artificial se utiliza desde hace bastante tiempo. Sin perjuicio de lo anterior, con la inteligencia artificial generativa, la cual permite crear contenidos como historias, imágenes, videos, música, entre otros, se plantea una serie desafíos en el mundo de la propiedad intelectual.
¿Cuáles son los desafíos que plantea la Inteligencia Artificial y la propiedad intelectual en cuanto a la “titularidad”?
La propiedad intelectual protege obras del intelecto humano, por lo que se requiere que una persona cree una obra.
Cuando se utiliza la inteligencia artificial generativa, surgen serias dudas acerca de la existencia de una obra protegida. Sobre todo, cuando la persona se limita a escribir un prompt o instrucción simple. En esos casos, tanto la doctrina como la escasa jurisprudencia ha entendido que no estamos en presencia de una obra protegible por derechos de autor.
Sin perjuicio de lo anterior, en la medida que una persona natural comienza a tener más control sobre la obra, ingresa prompt detallados y extensos, y en definitiva influye de manera directa detallada en la creación de una obra, la titularidad se torna más bien difusa y, por lo tanto, aumentan las posibilidades que el día de mañana se protejan obras de este tipo.
¿Cómo se regulan las infracciones que se cometen en este ámbito? Por ejemplo, las relacionadas al derecho de autor.
Para que exista una infracción, es necesario estar en presencia de una obra protegida, y esa es la primera barrera que es compleja de superar.
Cuando la obra es creada mediante IA es difícil sostener la existencia de una infracción, ya que no existiría un autor en los términos de la ley de propiedad intelectual. Es decir, no habría un sujeto pasivo o víctima, ni tampoco una obra protegida, por lo que no se cumpliría por ejemplo con el elemento del injusto “obras de dominio ajeno” que contiene el artículo 79 de la Ley de Propiedad Intelectual.
Si bien aún no existe jurisprudencia, al menos en Estados Unidos se están viendo las primeras demandas contra empresas que utilizan IA para generar sus productos.
Por nombrar un ejemplo, existe una demanda ante una Corte de Distrito de California contra las compañías Stability AI, DeviantArt y Midjourney por el desarrollo y comercialización del software Stable Diffusion, por infringir los derechos exclusivos de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de obras protegidas.
Este programa computacional, mediante un proceso de “machine learning”, almacena temporalmente datos de miles de obras para luego descomponerlos, reconstruyendo copias a partir de lo anterior, surgiendo la duda respecto de la existencia de copias de las imágenes usadas como base de aprendizaje.
En ese sentido, ¿existe la posibilidad de registrar una obra que fue creada con Inteligencia Artificial?
En principio no se podría, ya que en estricto rigor no existe una obra en los términos que la ley exige.
En Estados Unidos, por ejemplo, la US Copyright Office señaló que las imágenes creadas con IA en un cómic no tienen protección por derechos de autor.
En este caso, los diálogos del comic fueron creados por la autora, sin embargo, para las ilustraciones se utilizó un software llamado “Midjourney” que utiliza justamente IA. En la parte pertinente, la resolución señala que “las imágenes generadas por Midjourney contenidas en la Obra no son obras originales de autoría protegidas por derechos de autor.
Cuando hablamos de los derechos patrimoniales y morales de los autores, ¿qué pasa con el entrenamiento de los sistemas de Inteligencia Artificial?
Es un tema complejo, ya que estos sistemas utilizan miles de obras para efectos de “entrenar” el sistema, y en principio uno podría sostener que existen actos de reproducción de una obra.
Las empresas que han creado sistemas de IA generativa han sostenido que es lo mismo que leer un libro, y eso es lícito. Adicionalmente, en muchas legislaciones existen excepciones vinculadas a copias temporales, por lo que el entrenamiento sería una excepción permitida.
Actualmente existen litigios en Estados Unidos en que justamente titulares de derechos de autor alegan infracción a sus derechos en base al entrenamiento de este tipo de sistemas, por lo que el mundo de la propiedad intelectual esta expectante a ver estas primeras decisiones.
¿Chile tiene pendientes desafíos en cuanto a la Propiedad Intelectual? ¿Cuáles son esos desafíos?
Chile tiene una legislación actualizada en materia de propiedad intelectual, la cual está acorde con los estándares y los tratados internacionales más relevantes sobre la materia.
Más que modificar la ley de propiedad intelectual, el gran desafío que tiene nuestro país es contar a mediano plazo con una regulación adecuada de la Inteligencia Artificial.
En efecto, existe una moción presentada hace unos atrás en el Congreso que busca regular la Inteligencia Artificial que ha sido objeto de algunas críticas por parte de expertos en el ámbito técnico y legal, en especial respecto de la creación de la Comisión Nacional de IA, la cual en su configuración actual probablemente va a frenar más que fomentar el desarrollo de empresas basadas en IA.