26-11-2025
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Democracia y Representación

El sistema de gobierno de democracia representativa que rige actualmente a las democracias modernas, tiene su origen en tres revoluciones: inglesa, norteamericana y francesa. Sin embargo, su lógica no necesariamente reflejaba un gobierno del pueblo, tanto así que el mismo Rosseau veía un «inmenso abismo entre un pueblo libre haciendo sus propias leyes y un pueblo eligiendo representantes para que les hagan las leyes». De este modo, se puede señalar que los fundadores del sistema representativo no buscaron crear un gobierno donde primara la voluntad popular, calificándolo incluso, como un sistema «concebido en explícita oposición a la democracia».

Lo anterior, obviamente presenta ciertos matices, en tanto, tampoco se trata que las decisiones de los representantes no tengan relación alguna con los deseos de los electores. En definitiva, se trata de un sistema de instituciones que facilita la toma de decisiones de gobierno para una amplia población que son implementadas por funcionarios designados en quienes los representantes delegan algunas de las tareas de gobierno. Así, quienes gobiernan son nombrados a través de elecciones periódicas y las decisiones públicas son sometidas a un proceso de debate. Sin embargo, la toma de decisiones por parte de quienes gobiernan conserva cierto grado de independencia respecto de los deseos del electorado, así como también, quienes son gobernados pueden expresar sus opiniones y deseos políticos sin estar sujetos al control de quienes gobiernan.

En este sentido, la institución central o criterio fundamental del gobierno representativo son las elecciones, a las cuales se les ha dotado de diversas significaciones y consecuencias. Así, se señala que a través de ellas, se realiza la delegación de poderes o funciones y se dota de autoridad a quienes gobiernan. Se han definido, también, como una autorización o una concesión de autoridad, de modo que como señala Pitkin «las elecciones son actos de investidura de autoridad». A ello se agrega una dimensión de representación como responsabilidad en quelas elecciones son consideradas como el proceso a través del cual los electos adquieren esta responsabilidad.

No obstante, este representante lo es de toda la nación, y no únicamente de quienes han participado de la elección o han votado por dicho representante. Esto, tiene como correlato la necesidad de lograr conciliar este planteamiento en un equilibrio con la idea compartida de interés general o bien común. Es en este contexto que juegan un rol clave determinadas actitudes y valores que los integrantes de la comunidad política comparten, considerándolos necesarios para la convivencia.

En época de elecciones, se requiere pensar en estos planteamientos sobre la representación y la democracia, considerando que esta representación conlleva acceso a mayor información, produciéndose una asimetría con los electores que pone en juego la reputación de gobernantes y, en definitiva, la credibilidad del sistema. En el planteamiento de Pitkin «la representación hace posible la democracia a gran escala», como un llamado a reflexionar sobre su significado y consecuencias. 

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Escrito por

Abogada. Magíster en Ciencias Sociales por la Universidad de la Frontera. Estudiante de Doctorado en Estado de Derecho y Gobernanza Global de la Universidad de Salamanca, España. Académica de la Escuela de Derecho de la Universidad de La Frontera.