Luego de una derrota contundente de la Selección Chilena de futbol en el Mundial Sub20, en que Chile perdió 2-0 contra Japón (con un penal perdido por los nipones incluido), el Director Técnico de nuestra selección señaló en conferencia de prensa ““Lo que pasa es que las métricas que tienen ustedes (periodistas) son absolutamente distintas a las que tenemos nosotros. Nosotros evaluamos espacios, dónde juega el equipo. … Ustedes tienen una métrica de evaluación que es distinta a la nuestra, completamente distinta, y que tampoco tienen por qué saber, porque no son expertos.” Esto llama a la atención para extrapolarlo a nuestro ámbito, el Derecho y la Justicia, sobre la vinculación de las mediciones que efectúan los actores jurídicos y la percepción de la ciudadanía sobre su funcionamiento.
A saber, en la cuenta pública del Poder Judicial del año 2024, se deja constancia que ingresaron más de 3 millones de causas en tribunales en 2024, con un incremento del 25,8% respecto al año anterior, y se lograron cerrar 2 millones de procesos, reflejando un avance del 4,1% en resolución de casos. A su vez, la percepción ciudadana indica que El 83% de los chilenos confía poco (52%) o nada (31%) en las instituciones judiciales (Primera Encuesta Evaluación de Confianza en las Instituciones de la Universidad Gabriela Mistral del 2024).
Por otro lado, las mediciones estadísticas de la Fiscalía contemplan la medición de su desempeño a través de los delitos tramitados, utilizando el Sistema de Apoyo a los Fiscales (SAF) como fuente de datos y se enfoca en tasas de condena, eficiencia en la investigación y casos resueltos, por lo que su métrica de «éxito» se relaciona con obtener condenas. Por su lado, la Defensoría Penal Pública contempla la revisión de las variables de causas e imputados en el Sistema Informático de Gestión de Defensa Penal (SIGDP), dando cuenta de la actividad del sistema penal en casos con servicios de defensa penal y se enfoca en absoluciones, sobreseimientos y protección de derechos. Por lo tanto, su métrica de «éxito» incluye evitar condenas injustas. Inmediatamente salta a la vista que las mediciones o “métricas” son totalmente divergentes en cuanto al objetivo de la medición, lo que confunde a la ciudadanía en cuanto a la lectura correcta de los datos a analizar, mientras uno mide la condena, otro mide la absolución o la condena a un quantum menor a lo solicitado inicialmente por el persecutor. En cambio, el Poder Judicial se enfoca en el término de las causas sobre la base del ingreso.
En resumen, hay una divergencia metodológica en la medición que impide obtener una idea precisa de la efectividad del sistema judicial chileno, por lo que la ciudadanía se ve compelida a formarse por si misma una idea o “percepción” de como funciona el mismo, lo que conlleva una total desconfianza a todas las instituciones, muchas veces – podemos colegir- infundada por la “métrica” de las mediciones que impide hacer un panorama general de la situación. Esto es importante y nos trae a colación los siguientes elementos
Lo que dicen las estadísticas: Los delitos de mayor connotación social disminuyeron 25,2% en 10 años, de una tasa de 3.452 en 2014 a 2.581,6 en 2023 Seguridad: delitos de mayor connotación social disminuyen 25% en 10 años, pero homicidios van al alza – La Tercera
Lo que percibe la gente: Una Sensación de mayor inseguridad, por cuanto entre 2018 y 2022, los homicidios sin autor conocido pasaron de 23,7% del total anual a 41,6%, señal de instalación y crecimiento del crimen organizado. https://www.ciperchile.cl/2023/11/02/aumento-de-homicidios-sin-autor-conocido-otra-senal-del-crecimiento-e-impunidad-del-crimen-organizado-en-chile/
Así podemos seguir por varios párrafos, pero el motivo de esta breve columna es que el mundo jurídico debe atender a las percepciones para darse a explicar y entender su funcionamiento, de lo contrario las sensaciones pueden nublar la realidad. Es menester avanzar a un sistema unificado de datos delictuales que permita conocer de forma integral e integrada las estadísticas de cada institución para así poder efectuar los análisis disgregados de las cifras por cualquier ciudadano, generándose cada individuo su propia métrica. Esto lo propusimos con el profesor Diego Palomo Vélez en la columna “ Hacia un sistema único de datos delictuales” sobre el cual me permito reiterar la cita siguiente “ Creemos que la unificación de datos y una entidad autónoma encargada de sus análisis permite, en cierta forma, legitimar a cada institución vinculada, pues el estudio integral de esta información servirá para crear o modificar políticas públicas relacionadas con el ámbito judicial y dará insumos objetivos al Estado para saber “dónde aprieta el zapato» y, de paso, cerrar la puerta a interpretaciones o lecturas de los datos que lo único que hacen es generar confusión y contrariedad en las personas.” https://www.elmostrador.cl/destacado/2022/10/13/hacia-un-sistema-unico-de-datos-delictuales/
Así encontramos una vinculación y una explicación bastante cercana a la que dio, malamente, nuestro Director Técnico Nacional sobre el tema de las métricas, en orden a que él mide cosas que la gente no mide, el asunto es que las mediciones deben ser importantes para todos y no para cada quien según su propio interés. Así, la “métrica” será realmente trascendente y valorable, así “el público volverá a los estadios”.