La necesidad de dotar a la Justicia chilena de medios humanos y materiales, aumentar la capacitación permanente, actualizada y pertinente y profundizar en las destrezas y capacidades de gestión bien implementada.
La justicia es uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad democrática y su importancia radica en la capacidad que tiene para garantizar el respeto de los derechos de las personas, la igualdad ante la ley y la protección del Estado de derecho. En Chile, la justicia enfrenta grandes desafíos en términos de recursos humanos y materiales, capacitación y gestión eficiente. En este sentido, es urgente y necesario dotar a la Justicia chilena de los medios necesarios para garantizar su eficacia y eficiencia en el desempeño de sus funciones.
En primer lugar, es imprescindible aumentar la cantidad de recursos humanos y materiales destinados a la justicia en Chile. Actualmente, los tribunales se enfrentan a una sobrecarga de trabajo, lo que dificulta su capacidad para atender los casos en tiempo y forma. Esto genera una acumulación de causas, retrasos en los procesos y un aumento de la litigiosidad, lo que a su vez se traduce en una disminución de la calidad de la justicia y la satisfacción de las partes involucradas. Además, el bajo presupuesto destinado a la justicia limita el acceso a servicios jurídicos de calidad a la población más vulnerable.
En segundo lugar, es necesario aumentar la capacitación permanente, actualizada y pertinente de los funcionarios judiciales. La justicia es una materia en constante evolución y actualización, y los profesionales del derecho deben estar en condiciones de aplicar las nuevas normativas, jurisprudencias y técnicas. Para ello, es necesario que se destinen más y mejores recursos a la formación continua de los jueces, fiscales, defensores y demás funcionarios judiciales, para que puedan estar actualizados en las últimas tendencias en el campo del derecho.
En tercer lugar, es importante profundizar en las destrezas y capacidades de gestión bien implementada. La Justicia chilena tiene una estructura jerarquizada, con una gran cantidad de actores y procesos, lo que dificulta la coordinación y eficiencia en el desempeño de sus funciones. Es necesario, por lo tanto, mejorar la gestión de los recursos, el control de calidad y la evaluación de desempeño de los funcionarios judiciales, para garantizar que se cumplan los estándares de calidad y eficiencia en la prestación de servicios jurídicos.
En definitiva, es necesario dotar a la Justicia chilena de los medios humanos y materiales necesarios (los procesos de reforma no se satisfacen con una inversión inicial), aumentar la capacitación permanente, actualizada y pertinente y profundizar en las destrezas y capacidades de gestión bien implementada. Solo así se podrá garantizar una justicia de calidad, eficiente y accesible a todos los ciudadanos chilenos. Es una tarea urgente e impostergable que debe ser abordada con el compromiso y colaboración de todas las instituciones y actores involucrados en el sistema de justicia.