Entre el 9 y el 11 de octubre, Valdivia será sede de las XXI Jornadas Nacionales de Derecho Civil, que reunirán a especialistas de trece universidades del país para debatir sobre contratos, familia, sucesiones y responsabilidad civil.
En conversación con Actualidad Jurídica: El Blog de DOE, Susan Turner, profesora titular de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Austral (UACh) y presidenta del comité organizador, destaca la madurez alcanzada por la disciplina, el valor de la descentralización y el rol de las nuevas generaciones en la renovación de la academia jurídica.
¿Qué crees que hace únicas a estas XXI Jornadas Nacionales de Derecho Civil en comparación con las versiones anteriores, tanto en la forma de abordarlas como en los temas que se pondrán sobre la mesa?
Me parece que parte del valor de las Jornadas es que ninguna es “única”. La forma en que se organizan, esto es, un consorcio de universidades que se reúne periódicamente y confía la realización del encuentro a uno de sus miembros cada año, permite que cada versión se nutra de la experiencia pasada. En ese sentido, las Jornadas de Valdivia 2025 son el resultado de una larga evolución.
Destacaría que esta versión completa un círculo iniciado con la organización de las primeras jornadas en 2005, luego las de 2013 y ahora estas, todas a cargo de la Universidad Austral de Chile. Resulta simbólico que la conferencia central esté a cargo del profesor Enrique Barros, quien fue parte del grupo que inició esta tradición, lo que demuestra la madurez alcanzada por la academia civilista chilena.
En un momento en que Chile discute reformas legales y cambios sociales profundos, ¿por qué consideras relevante detenerse a reflexionar específicamente sobre el derecho civil y sus proyecciones?
Porque muchas de esas reformas legales, que responden a cambios sociales, inciden en la forma en que las personas se organizan, tanto en el plano patrimonial como en el familiar. El derecho civil lo que hace es dar forma y cauce a las relaciones entre privados, confiriendo un orden indispensable al tráfico jurídico. Por esa razón, el derecho civil subyace en la mayoría de las discusiones legislativas, aun cuando no siempre de manera explícita.
El programa incluye áreas como contratos, familia, sucesorio y responsabilidad civil. ¿Cuáles son, a tu juicio, los debates más urgentes o novedosos que se espera emerjan en estas mesas?
En materia patrimonial son muchas las cuestiones que han estado en debate en el último tiempo y que se abordarán, como la regulación de la tenencia de animales, algunos aspectos relativos a las facultades unilaterales en los contratos o la responsabilidad civil por los daños causados por NNA. En derecho de familia se discutirá sobre la sociedad conyugal como régimen legal del matrimonio heterosexual, así como sobre las controversias que han generado las sucesivas reformas en materia de alimentos y cuidado personal de los hijos.
El proceso de selección de ponencias suele ser muy competitivo. ¿Qué criterios utilizaron este año para escoger los trabajos y qué tipo de aportes espera que destaquen durante las Jornadas?
Ante el constante aumento de postulaciones, el consorcio organizador ha ido perfilando criterios de admisión más estrictos. Luego de una revisión formal, todas las ponencias recibidas se sometieron a evaluación de pares que calificaron según contenido, originalidad, estructura y argumentación, de acuerdo con la pauta publicada previamente en la página web de las jornadas.
Valdivia ha sido elegida como sede de este encuentro. ¿Qué significa para la UACh y para una universidad regional recibir a la comunidad jurídica nacional, y qué valor le otorga al hecho de descentralizar este tipo de debates?
La descentralización ha sido siempre fundamental para el consorcio organizador. De hecho, de las 13 universidades que lo conforman actualmente, seis son regionales. Es una manera de realzar la academia jurídica que se desarrolla en las regiones. Para la Universidad Austral, en particular, es un honor recibir a la comunidad de civilistas nacionales y abrirles el campus Isla Teja y su precioso entorno natural.
En cada edición se suman más jóvenes investigadores y estudiantes. ¿Cómo evalúas el rol que cumplen dentro de estas Jornadas y qué nuevas miradas están aportando al derecho civil?
Las generaciones jóvenes de civilistas se han ido sumando como resultado de una renovación importante de la academia nacional. Se trata de profesoras y profesores con una sólida formación doctoral, que aportan tanto nuevas metodologías de investigación como conocimientos de instituciones comparadas de vanguardia. Son ellos quienes deberán tomar la posta iniciada por quienes llevamos ya varios años en la carrera académica.
Si pudieras dejar un mensaje a quienes participarán, ¿qué te gustaría que se llevaran al finalizar el evento en términos de ideas, redes o reflexiones sobre el derecho civil en Chile?
Para mí lo más importante sería, en el plano abstracto, la reafirmación de la importancia que tiene el derecho civil en la vida en sociedad y en el desarrollo armónico de sus instituciones fundamentales. En el plano concreto, me gustaría que las y los profesores de derecho que nos acompañarán aprecien el valor de la buena camaradería y de las instancias que la hacen posible, como estas Jornadas Nacionales de Derecho Civil.