En tiempos de crisis de legitimidad, de representación y de desafección política como los que vivimos, comprender y profundizar en los atributos, características y valores de la democracia es fundamental. A ello se suma la falta de confianza de la ciudadanía ante las autoridades y órganos públicos, el déficit de legitimidad de las instituciones públicas y el desinterés en la política.
Frente a ello, es evidente la importancia de la existencia de una ciudadanía democrática, que esté comprometida socialmente, que se haga parte de procesos políticos y de gobierno, con capacidad de involucramiento en los problemas colectivos que les afectan. Por otro lado, se requiere que esta ciudadanía y sus demandas sean escuchadas por quienes ejercen el poder.
Como atributos y características fundamentales de la democracia se encuentra el derecho de acceso a la información pública, la transparencia de los actos y la rendición de cuentas de parte de quienes gobiernan y la participación e involucramiento de parte de la ciudadanía. Así, un sistema adecuado de rendición de cuentas se encuentra indisolublemente unido con la democracia, en el sentido que debe existir un buen “sistema de frenos y contrapesos”, el conocimiento y respeto de la separación de poderes o funciones y la existencia de mecanismos de rendición de cuentas o accountability frente al poder de los gobernantes por un lado. Por otro lado, es fundamental la participación de la ciudadanía no sólo a través del fundamental voto o sufragio, la participación, conocimiento e involucramiento en la labor que realizan las agencias constitucionalmente autónomas, la academia, la prensa y la opinión pública.
En este sentido, la formación ciudadana sobre estos aspecto resulta trascendental, en tanto, a través de la comprensión de los atributos y características de la democracia, es posible reforzar valores que se relacionan directamente con ella, como la solidaridad, la reciprocidad, la tolerancia y el respeto. El consenso y la tolerancia frente a la diversidad de opiniones, son aspectos que se desarrollan a través del concepto de ciudadanía.
Sólo la búsqueda de consensos en torno a estos valores y atributos traerán una mayor legitimidad, eficacia política y confianza en los procesos propios de la democracia.
